Exposición Mensajes 2022
Una exposición es como una publicación: exponer o publicar significan mediar, dar un mensaje. Ese mensaje puede tratarse de un código breve, un contraste o de una idea. Pienso en algunos mensajes que he ocupado, tales como “limitado / ilimitado”, o “disperso compacto”, o “centro y borde”. Son mensajes mínimos que funcionan de forma implícita en mi trabajo. Recuerdo que mi profesor Max Bense decía que la mediación del arte es un acto de lenguaje que depende de una decodificación. En el mundo que vivimos, el mensaje estético todavía ha de ser transformado en lenguaje para ser leído. Para eso, he reunido en esta muestra cerca de cincuenta obras del período que va de 2019 a 2022. Son óleos sobre tela o pinturas acrílicas de diversos tamaños. Es la última exposición que voy a realizar en Chile por ahora y es una muestra importante para mí.
Lo que quiero exponer ahora se relaciona con la continuidad del proceso de complejización en las configuraciones de mis obras. Siguiendo nuevas series, los patrones que empleo se vuelven superficies cuyas estructuras desaparecen por completo. Aquí he trabajado el concepto de ‘teselado’, término que viene de la matemática y se refiere a la cobertura sin huecos ni solapamientos del plano euclidiano mediante superficies parciales y uniformes. Esta serie es la continuación del trabajo realizado con anterioridad en la serie Polígonos.
A través de las enseñanzas de Helene Nonne Schmidt, aprendí la teoría del color de Paul Klee en la universidad. Posteriormente mi experiencia me ha permitido armar todo un repertorio que forma la base de mi trabajo. Yo no uso los colores como vienen del tubo; todos son mezcla. Incluso el negro. Un ejemplo: el último cuadro que pinté consiste en tres zonas donde aparecen tres elementos cada una y estos con cuatro colores. Aquí hay que mirar “la interacción de los colores”, como decía Albers. En este caso podemos ver cómo los treinta y seis colores se adaptan en cada zona.
Si partí diciendo que el mensaje estético todavía ha de ser transformado en lenguaje para ser leído, eso conlleva traspasar un mensaje, por ejemplo, desde la ciencia al arte. En ese paso se abre un espacio para la creación de nuevos conocimientos. La sola capacidad de explicar otra cosa constituye ya un acto de lenguaje capaz de transformar. En esa transformación se juega el mensaje. Por eso, cuando Max Bill usaba la expresión “del punto rojo en el lienzo blanco” quería explicar el arte concreto y mostrar que la realidad estética no puede entenderse ni a partir de ese color, ni de esa superficie o forma, sino que solo es efectiva como relación entre el color y la forma, entre los elementos sensuales y los matemáticos. No olvidemos que Theo van Doesburg se refería al arte concreto para hablar de un arte abstracto que parte de formas y relaciones puramente geométricas, sin ninguna relación con la realidad visible.
Yo no intento abstraerme de la realidad, sino que busco crear una nueva. Por eso, mis obras no deben entenderse como ilustraciones de problemas matemáticos, a pesar de que la lógica influya en mi trabajo. Aunque el modo estricto y definitivo de la matemática abre el camino para hacer la obra de arte, ella finalmente ocurre cuando yo me digo que voy a trabajar con contrastes. Y eso ya no se funda en la matemática. El método pasa entonces a ser una vía de trabajo sabiendo que, al final, siempre hay un tema adicional a la estructura.
Cornelia Vargas, mayo 2022