Cuadrados mágicos
Las primeras obras de la serie ‘Magische Quadrate/Cuadrados mágicos’ de Cornelia Vargas datan de 1999, desde entonces ella ha desarrollado variaciones en diversos formatos y técnicas. El cuadrado mágico corresponde si en una matriz cuadrada las sumas de los números de cada fila, cada columna y ambas diagonales son iguales.
La serie de Cornelia se conforma por una red de 81 bits subdividida en 9 módulos iguales de 9 bits cada uno. Los números de la matriz se transforman en cantidades de elementos por módulo. El orden sólo puede variar dentro del mismo módulo y es constante en cada variación. Sólo es posible intercambiar elementos entre sistemas en cada módulo, lo que limita las posibles transformaciones dentro de los diferentes conceptos de trabajo, como por ejemplo: pares, horizontal y vertical.
Entonces la forma se determina por el orden en los módulos y los colores identifican los sistemas. Si de los 81 bits se restan los elementos del cuadrado mágico, aparece un segundo cuadrado mágico, ella identifica cada uno como sistema. En la mayoría de los casos son 4 o 2 colores y el color da la libertad de pasar los límites de los módulos y permite observar la interacción de los sistemas.
Ella produce configuraciones que muestran temas de percepción visual, estos conforman la información que quiere comunicar, como por ejemplo ‘Disperso : compacto” o “Radiación y limitación”. Las pinturas son la realización concreta de una matriz, cambiando su estado abstracto a uno visualmente perceptible, materializando lo inmaterial.